Entre siglos

Nota editorial
Este libro es una publicación independiente que toma ventaja de las nuevas tecnologías

Agradecimientos:

A los lectores. A la gente, personas que han pasado por mi vida.
Formalmente este es un escritos que he escrito sin ayudas, pero en realidad en él han colaborado un sin número de personas, incluyendo probablemente a quien lo está leyendo. Mis mayores agradecimientos a quienes han formado parte de mi vida, ya sea porque me han dado su cariño y amor y a quienes yo he dado mi cariño y amor.

Prologo
Los prólogos siempre me han resultado aburridos y frecuentemente no los leo, o sólo los reviso al terminar el libro. Por tal razón, quiero hacer un prólogo corto y fácil de leer. Lo importante, según mi opinión está en el libro. No es necesario un resumen y repetición de lo que se encontrará mas adelante.

Este es un ensayo… y como la palabra lo dice, no es un texto definitivo. En realidad hay muy pocos textos definitivos. Espero que este escrito evolucione y siga siempre siendo un ensayo, un probar y volver a revisar y, ojalá, a perfeccionar. La contribución de los lectores hará eso posible.

Quiero escribir, divagar sobre la vida de una persona cuya existencia está centrada entre siglos. Entre el 20 y el 21 (no usaré la típica nomenclatura romana, puesto que me resulta difícil de leer y en realidad teniendo nuestros números arábigos aún no encuentro ninguna razón para utilizar los números romanos, como no sea un homenaje a nuestras raíces culturales). Por cierto es una visión personal y no pretendo que todos sean sensibles a lo que escribo. Son mis vivencias, experiencias, creencias, prejuicios. Al fin, mi visión. Si algunos de los que tengan la paciencia de seguir, las encuentran valiosas, me alegraré. Si otros sólo leen divagaciones sin sentido,… está bien.

Quiero desarrollar ideas respecto de la vida de una persona que es fruto de una cultura de mediados del siglo 20 y que se enfrenta – espero por muchos años – a los años que vienen del siglo 21.

Intentaré exponer mis puntos de vista sobre una serie de temas, incluyendo algunos tan variados como mi visión sobre la familia, la economía, la guerra, la paz, la tecnología, los valores de nuestra sociedad “cristiano occidental” y mi visión del futuro, aunque esto último parezca algo arrogante.

En este intento, procuraré que los temas estén razonablemente conectados, de forma que las ideas fluyan con cierta organización. Si no lo logro, es por mis propias limitaciones y espero que quienes tengan la paciencia de seguir leyendo sean condescendientes y con su buena voluntad e inteligencia le encuentren unidad y sentido.

Es bastante típico que los autores demuestren sus conocimientos y erudición citando al comienzo del libro o de los capítulos alguna cita famosa de algún antiguo autor. No puedo hacer eso. Por varias razones. Aunque he leído bastante mi memoria no es suficiente para recordar alguna cita que sea relevante al libro o al capítulo. Por otro lado, tengo la esperanza que mis ideas, que son producto de nuestra cultura, incluyendo aquellos que son merecedores de citarlos, se sustenten por sí solas.

Hay sin embargo una frase famosa (Franklin?) que dice que un hombre (mujer?) es completo si ha engendrado un hijo, plantado un árbol y escrito un libro.

He engendrado cuatro preciosos hijos, he plantado un sinnúmero de árboles que al igual que mis hijos han crecido y prosperado en paz con el mundo y la naturaleza. Quisiera pensar que este escrito completa mi misión en la vida.

Pero en realidad la cita no es correcta desde su base: los hijos, uno los engendra, los árboles uno los planta. Hay que cuidarlos y guiarlos, pero a la larga serán ellos mismos. Uno no puede pretender ser o no ser más humano por el desarrollo de seres, personas o árboles, que tienen su propia vida y sus propias virtudes y defectos.

Los libros en cambio no adquieren vida propia y no se desarrollan por sí mismos; representan las virtudes y limitaciones de quien los escribe.

Por eso, ya me siento un hombre completo: mis hijos van por buen camino y tienen su propia vida y sueños, los árboles crecen, florecen y son robustos y tienen su ciclo de vida. Puedo cuidarlos, regarlos abonarlos, pero en definitiva será su propia naturaleza lo que los hará florecer o morir. Ya no son míos.

Este libro sólo será tan bueno (o malo) como yo sea y mostrará mis virtudes y limitaciones, pero no es necesario para que me sienta un hombre completo. Es solo un elemento, y espero que llegado mi día sea un elemento más para sentirme en paz con la vida y el mundo que me rodea.

El comienzo. Los años 50

Nací en 1953. Soy por lo tanto un auténtico representante de la segunda mitad del siglo 20. Pero desde otras perspectivas, en realidad soy un producto de una serie de influencias culturales. Por ejemplo, la cultura de post guerra. ¿cuál guerra?. La Segunda Guerra Mundial, que en general para muchos de nosotros en este rincón del planeta parece que nunca sucedió. Esa es por otro lado una ventaja vivir en este rincón. Pero también se constituye en una limitación. Más adelante intentaré desarrollar este tema con más profundidad.

Nuestra apreciación del mundo y sus fenómenos también se limita.

También soy producto de una cultura de transición. En realidad todo siempre estamos en transición. Pero también era un tiempo en que la conciencia de transición era menor. Mis padres, con una fuerte influencia de los modos de vida del campo, de terratenientes, más allá de su falta de patrimonio agrícola, yo creo que veían el mundo con más sencillez con un paso cansino, con presentes y futuros relativamente claros o predeterminados.

Pero en realidad los cambios se estaban produciendo, tengo la sensación que ellos se trataban de adaptar. En un campo cerca (para los estándares actuales) de un pueblo pequeño, lejos de la capital (para los estándares de la época), no era fácil seguir el ritmo de los cambios. Pero mis padres habían sido educados en un ambiente cultural que les incentivaba a estar al día. Y creo que a pesar de las lejanías y limitaciones siempre mantuvieron esa actitud de actualizarse.


Temas que pretendo abordar

La educación
Radio y televisión
Cambios en la sociedad
Albores de la tecnología electrónica (el Transistor)
La reforma
La dictadura – la democracia?
La vida laboral
La computación
Las comunicaciones
Evolución de los valores
La familia – amor- valores - religión
Subdesarrollo – en vías de desarrollo?
La guerra. Hitler, Guerra Fría, Una sola potencia
El año 2000
El reciclaje
Lo que viene

Bibliografía

Silabario Hispano Americano. Adrián Dufflocq Galdames
Papelucho (Varios, sino todos). Marcela Paz
La capitana del Yucatán. Emilio Salgari
Tarzán. Edgar Rice Burroughs
Veinte mil leguas de viaje submarino. Julio Verne
De la Tierra a la Luna. Julio Verne
Cinco Ecuaciones que cambiaron el mundo. Michael Guillen
La Biblia. Varios autores.
El Hobbit. J.R.R. Tolkien
El Señor de los Anillos. J.R.R. Tolkien
La Buena Tierra. Pearl S. Buck
Hijos. Pearl S. Buck
El Idiota. Fedor Dostoievsky
Crimen y Castigo. Fedor Dostoievsky
El Crepúsculo del Dragón. Peter Bourne
La rabia y el orgullo. Oriana Fallaci
The making of the atomic bomb. Richard Rhodes
Hitler. Joachim Fest
La Guerra de Hitler. XXXX
Los últimos días de Hitler. xxx
A horcajadas en la luz. Arturo Aldunate Philips
La metamorfosis. Franz Kafka